Por la no violencia contra las mujeres periodistas
La sentencia permite “tener datos claros del impacto de violencia en contra de las mujeres periodistas y también de la actuación de nuestros sistemas de justicia en los diferentes países para poder tumbar esas barreras de impunidad”.
Lo expresó la periodista colombiana Jineth Bedoya Lima en el conversatorio virtual “Por la no violencia contra las mujeres periodistas”, organizado por el Consejo de Comunicación, al referirse sobre el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos por su caso registrado en mayo del 2000. El documento, de 92 páginas, concluyó que el Estado de Colombia es responsable internacionalmente por la violación de los derechos a la integridad personal, libertad personal, honra, dignidad y libertad de expresión en perjuicio de la periodista Jineth Bedoya Lima y estableció 7 medidas de reparación.
La periodista resumió los 21 años de incesante justicia que debió recorrer por el secuestro, tortura y agresiones de las cuales fue víctima por sus investigaciones sobre el tráfico de armas en la cárcel La Modelo, los momentos duros que debió enfrentar y las grandes enseñanzas que ha dejado la sentencia, tanto para ella como para las víctimas de violencia sexual.
“Es un texto hermoso que nos deja una jurisprudencia para todo el hemisferio, nos deja unas luces para la defensa de la libertad de expresión y prensa”, expresó Jineth Bedoya, invitando a todos los periodistas que la lean.
Inicialmente, María Sol Borja, editora política en el portal GK, se refirió al aumento de la violencia contra las mujeres periodistas, especialmente a través de redes sociales. Para ello, se refirió al informe de la Unesco, que contó con la participación de 901 periodistas en 125 países, en el cual se puede determinar que la violencia online está enfocada en un acoso misógino.
De igual manera, Jonathan Bock, director ejecutivo de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), analizó, entre otros aspectos, lo que representa para las víctimas los fallos tardíos de la justicia y sus efectos. Sostuvo que la impunidad prolongada termina siendo tortura contra la víctima, además de que la ausencia de justicia construye en el imaginario social de condena también hacia la víctima.
La presidenta del Consejo de Comunicación, Jeannine Cruz, por su parte, resaltó las lecciones que deja la sentencia para esta institución y, en especial, para el Estado ecuatoriano. Una de estas, haber contemplado que existe una doble vulnerabilidad de derechos por su condición de periodistas y como mujeres. La Presidenta reiteró que la protección a los periodistas es uno de los ejes centrales de su gestión, por lo que puntualizó que desde el Estado es necesario tomar correctivos.